¡Buenos días, tardes o noches, mis estimados generales!
Después de tomarnos más de un mes sabático en lo que respecta a contenido, ¡volvemos a la carga! Hoy, con una reseña sobre nuestra experiencia en el II Torneo de Málaga WaaaghGames: muchos de los que me estáis leyendo recordaréis que el año pasado escribí una reseña tardía de este evento, donde ya amenazábamos con volver después del buen ambiente que se respiró.
Pues bien, aquí estamos, dejando esta entrada como testimonio de que cumplimos nuestras amenazas.
Como siempre, antes de entrar en materia os dejo por aquí la crónica que han hecho los compañeros de Málaga WaaaghGames sobre su torneo: ¡han zido máz rápidoz ke un rayo rojo! Porke todoz zabemoz ke el rojo korre máz... Tan rápidos que me han localizado en Córdoba, a pesar de que soy malagueña salerosa desde que nací, y que el club tiene como sede Fuente de Piedra.
A pesar de esta afrenta personal, son un grupo estupendo compuesto por personas maravillosas. Tanto como para haberse ganado a pulso que os pida que vayáis a demostrarle un poquito de vuestro amor con comentarios: nadie nos paga (todavía) por crear contenido, y darte cuenta de que hay alguien que te lee siempre te anima a continuar. ¡Decid que vais de nuestra parte, para que os traten bien!
Dicho esto: ¡comenzamos con nuestra reseña!
Fede, con sus confiables enanos, ya es todo un veterano en el mundo de Warhammer, pero «debutó» como parte de Abades de Maisontaal y se merece unas líneas para él solo.
Manteniendo su sello de identidad, aproximadamente una semana antes del evento hicieron una publicación en su blog para dar a conocer las facciones que se enfrentarían durante la primera ronda. Y cuando digo que pusieron a prueba tanto nuestra paciencia como nuestras habilidades «adivinatorias», creedme que no exagero, porque el chat se convirtió en un hervidero de especulaciones con cientos de mensajes por hora.
Las tres facciones a las que posiblemente plantaría cara eran mercenarios (descartados por completo, ya que los dos únicos «valientes» — o «locos», queda a vuestra elección — que los llevaban al torneo eran de mi club), condes vampiro y hombres lagarto, emparejamiento por el que hubiera apostado todo mi dinero sin temor a perderlo.
Suerte que no lo hiciera, porque finalmente me tocó enfrentarme a los conde(cito)s vampiros de Andrés: un ejército de condes vampiro en miniatura que estaban dispuestos a ponerme las cosas muy, muy complicadas.
El primer escenario era bastante similar al del año pasado: un «ataque por el flanco», donde cada jugador seleccionaba un contingente de entre 300 y 400 puntos para que entrara por uno de los flancos del rival que se designaría previamente. En octubre del año pasado ya tuvimos la suerte de probar este escenario en la IV Batalla de Maisontaal, bajando los puntos porque originalmente eran entre 400 y 500, y funcionó con mucha más fluidez, así que creo que ha sido una decisión acertada «rectificarlo».
Era la primera vez que me enfrentaba a un ejército de condes vampiro y, aunque suelo tener cierto grado de conocimiento general sobre las facciones de Warhammer, una cosa es saber dos o tres tonterías y otra muy distinta es conocer de verdad al rival. Afortunadamente, mi oponente no solo tenía un ejército muy bien conversionado e imponente, también tenía una actitud ejemplar: con mucha paciencia, me explicó cada regla y mecánica relevante a medida que avanzaba la partida.
Gracias a esto pude plantarle cara, aunque me gusta pensar que también tengo algo de conocimiento sobre elfos oscuros como para desplegar mis tropas de forma correcta. Cada turno estuvo repleto de momentos en los que la balanza podía inclinarse hacia cualquier lado, y muchas, muchas risas, como cuando la vergüenza cayó sobre las espaldas de mis caballeros gélidos, quienes fueron incapaces de cargar a un regimiento de zombies recién levantados porque el mejor momento para tener una estupidez era ese.
Y, una vez más, mis leales ballesteros demostraron que nacieron bajo la estrella más fría de Karond Kar; sus proyectiles fueron certeros y, su suerte, letal. No tanto como para matar a un dragón zombie, pero sí lo suficiente como para dejarlo a tres heridas de conocer la muerte no-muerte. Que después se llevara a la hechicera de nivel uno como justa venganza es un daño colateral, jajaja.
Finalmente, la partida se resolvió con un empate más que sudado por ambas partes (espero).
Mi segundo emparejamiento llegó recubierto con el velo de una profecía que acababa cumpliéndose, porque lo vaticiné antes de que lo anunciaran. Como si los astros más oscuros se hubieran alineado sobre el cielo nocturno de nuestra antigua tierra, Nagarythe, al otro lado de la mesa me esperaba Luis (del Templo de Myrmidia): un enfrentamiento fraticida, guerra civil entre elfos oscuros.
Una de las mayores ventajas con las que contaba era también mi perdición; al jugar con los mismos ejércitos, los dos nos conocíamos las unidades del otro como la palma de nuestra mano, así que no podía haber ninguna sorpresa más allá de la que nos dieran los dados.
Sin embargo, nuestras listas no podían ser más diferentes. Mientras que yo había optado por mantener mi lista de siempre (con algún que otro cambio en el equipamiento, por probar «chuches» nuevas) porque me daba la versatilidad suficiente como para enfrentarme a todos los escenarios, Luis había apostado por una estrategia distinta: movilidad extrema y una abrumadora potencia de disparo.
Con esas características, la lista de Luis encajaba a la perfección con las exigencias del escenario que nos aguardaba: la organización había dispuesto tres objetivos alineados a lo largo de la mesa, y tras el despliegue de unidades, debíamos de lanzar un dado para saber cuál de ellos era el que permanecía en mesa. Ante la incertidumbre de que cualquiera podría ser «el bueno», y que mis posibilidades se vieran comprometidas por un despliegue en el que me la jugaba mucho, opté por no dejar nada a la suerte.
Desplegué a lo ancho, como siempre, y mi compañero hizo lo propio, para tener presencia en todos los sectores (a pesar de que los cuadrantes no puntuaban en este enfrentamiento) y tener capacidad de reacción para cualquier situación. Como siempre, todo esto suena súper bonito por escrito, pero no deja de ser papel mojado una vez los dados empiezan a rodar y la suerte entra en juego.
Mis lanzavirotes estuvieron excepcionalmente certeros, destripando de un plumazo una unidad de caballería ligera que había conseguido capturar el objetivo. Fueron cien puntos para Luis, que seguidamente empaté haciendo lo propio. Cada día me siento más cómoda con mi bandada de arpías, y supongo que quisieron devolverme esa confianza ciega en ellas echándole cara a una mantícora (es decir, superando el chequeo de liderazgo a causa del terror) y sobrevolando el campo de batalla.
Al pobre Luis se le cayó la mano durante dos turnos, ya que sus tres unidades de gélidos decidieron que ese era el mejor momento para ser idiotas. Nada nuevo bajo el sol para nosotros, los elfos oscuros. Gracias a eso pude conseguir una ínfima ventaja que me dio la victoria marginal en nuestro enfrentamiento. ¿Mi magia? Una absoluta vergüenza. El horror negro no era un hechizo para esa (ni para ninguna, en realidad) partida, y mi viento gélido de Nagaelythe no era capaz de sacarme más de uno o dos impactos.
¡Al menos me fui a comer con buen sabor de boca! Como hemos mencionado antes, las Hispania ante todo son unas jornadas de ocio alternativo repletas de actividades simultáneas y los bares o restaurantes de los alrededores suelen estar hasta arriba de gente. Por eso, el año pasado se tomó una decisión clave para nuestra supervivencia en medio del fragor de las batallas: pizza «a domicilio», porque suficiente caos existe con el hecho de tener que cumplir con un horario como para tener que pararnos a buscar comida en plena jornada de wargames.
Aquí tenemos una foto de cierto asur pillado in fraganti mientras realizaba un minucioso análisis de campo sobre unas miniaturas de altos elfos... Con una cercanía digna de estudio. ¿Un acto de espionaje deliberado, o admiración por sus congéneres? Nadie sabe los verdaderos motivos, pero lo que tenemos seguro es que estaba completamente absorto en su misión.
Creo que hablo en nombre de todos los comensales cuando le doy las gracias a Rasiel (a.k.a «nuestro Pablo», aunque a veces nos repudie porque es una rata ingrata...) porque su previsión digna de un auténtico superviviente (llevar una navaja encima) nos salvó de un destino poco decoroso: alimentarnos como si fuéramos una jauría de cochinos. Su acto de masculinidad suprema hizo que pudiéramos cortarla y comerla como si fuéramos personas normales... O más o menos normales.
Aquí un selfie de nuestro chico de campo preparado para la vida moderna con el Rey en el Sur.
Con las tripitas llenas y el corazón contento después de tanto parloteo con otros participantes, nos preparamos para la última ronda: batalla campal, sin reglas especiales que acabaran con las pocas neuronas que me quedaran operativas... Salvo para aquellos generales que habían escalado puestos hasta alcanzar la mesa uno, donde les esperaba un escenario exclusivo.
El año pasado gasté la suerte para unas cuantas ediciones de verme cara a cara con Vartrek, de Panzerhammer, que me hizo la vida imposible con sus hombres bestia. Todo un descubrimiento como jugador pero, sobre todo, como persona: es tan grande porque en alguna parte tenía que caber ese pedazo de corazón de osito de peluche que tiene.
Y no, no le estoy haciendo la pelota para que el año que viene sea mi paladín, ¡pero la oferta sigue en pie!
Este año no tuve el honor de batirme por plasmar mi nombre en la Gran Rebanadora, pero le deseé suerte a todos los candidatos y... ¿Que qué es la Gran Rebanadora? Oh, no sabéis lo mucho que me gusta que os hagáis esa pregunta, y creo que no hay mejor manera de explicarlo que con una foto de Moreno posando con esa belleza digna de la gloria de Morko y Gorko. O Gorko y Morko.
Mi rival para esta última ronda fue mi buen amigo Miguel Ángel, de Warheimmer — además de poder encontrarlo en Instagram bajo el nombre de thegrudgepainter (visitadlo, porque tiene unas miniaturas bien bonitas), es también mi compañero de coloquios sobre la biología de los gélidos y su posición real dentro de la cadena alimenticia. Todo muy educativo, como veis.
Llevaba un ejército de Khorne que daba hostias como panes, y cuando digo «panes» no me refiero a los bollitos tiernos que te da gusto llevarte a la boca. No. Más bien me refiero a hogazas de pan cateto, de pueblo, que como te caiga encima te deja viendo a los dioses oscuros de cerca.
Después de esta partida tuve que hablar con el Vaticano para que me convalidara la Confirmación.
¿Habéis visto el nivel de calidad que había en nuestra mesa? Porque está mal que os lo diga yo, pero aquello más que un despliegue de ejércitos a punto de lanzarse a la batalla, era un desfile de miniaturas preciosas. Además, no hay cosa que nos llene más de orgullo en Abades de Maisontaal que ayudar a los compañeros con escenografía cuando lo necesitan, ¡y qué bonita escenografía tenemos en casa! Quizás por eso la masacre en contra no me supo tan amarga, porque al menos me quedaba el consuelo de que mi rival es una persona que aprecia muchísimo la parte artística de este hobby, y que jugaba en una mesa que llevaba la esencia de mi club.
Dicen que si vas a perder, que sea con estilo, ¿no? Un besote enorme a mis caballeros gélidos que, contra todo pronóstico, paraban los golpes de los ogros dragón a pecho descubierto. Sois lo más. Gracias a Miguel Ángel por cogerme de la mano para dame apoyo moral en una de las tiradas decisivas, porque cualquiera que nos viera tenía que estar pensándose que no andábamos muy bien de la cabeza.
Y con esto, ¡pasamos a la entrega de premios!
Un año más, mi más sincera enhorabuena a mi paladín Vartrek, que la logrado defender su título como un auténtico kaudillo por segundo año consecutivo. Aunque en este párrafo no quisiera olvidarme de mencionar a dos grandes generales: Antonio y Guillermo, ya que no pude ver su partida en riguroso directo, pero sé de buena tinta que fue un enfrentamiento ajustado y que cualquiera de los dos habría sido digno de alzar la Gran Rebanadora. ¡Enhorabuena, campeones!
En la categoría de «jugador más amistoso» tuvimos a un abad revalidando el título que el año pasado nos consiguió Tito: Ainu, un jugador de nuestra división cordobesa del que estamos muy orgullosos, porque siempre que se juega contra él es un ejemplo de deportividad, compañerismo y pasión por este hobby que nos une a todos.
¿Lo que tiene en la mano es un bocadillo? Sí, lo que tiene en la mano es un bocadillo.
Tras esto, anunciaron también a los ganadores del que, para nosotros, es el premio más importante: pintura. Todos sois conscientes de la pasión que le ponemos en nuestro club a este aspecto del hobby (como al de trasfondo porque, siendo sinceros, creo que le damos a todo... Menos a jugar en condiciones) y el año pasado tuve la enorme suerte de que mi ejército de elfos oscuros fuera coronado como «ejército mejor pintado». Este año no pude repetir por este mismo motivo, pero lo cierto es que sobraba calidad artística entre los participantes para escoger a los mejores.
Y finalmente cerramos la entrega de premios con un podio que quedó con Antonio Pareja (Málaga WaaaghGames) en la tercera posición, después de dirigir a sus hombres lagarto como un verdadero ancestral, a Guillermo (La Compañía Maldita) que parecía que tenía la bendición de la Dama del Lago con la cantidad de premios que estaba recibiendo y a mi paladín Vartrek (Panzerhammer), que también llevaba Bretonia.
Pero todos sabemos que, al final del día, cuando todo se ha dicho y hecho, lo que realmente prevalece son las risas compartidas, las historias contadas y las amistades que forjamos en el calor de la batalla. Porque las victorias y las derrotas no son nada en comparación con el recuerdo de un buen rato, el desafío constante de unos dados traicioneros que se niegan a colaborar y las jugadas épicas (o desastrosas, pero igualmente memorables) que acaban marcándonos.
Quizás lo más bonito de estos torneos sea la oportunidad de reencontrarte con aquellos que, con el paso del tiempo, has acabado llamando amigos, y espero que el próximo año volvamos a vernos: con más risas, con más dados y con más bocadillos, ¡porque me parece fatal que me haya quedado sin el mío!
¡Quiero mi bocadillo!
(Un beso enorme a Eva y a su acompañante, ya que no quería dejarlas sin mencionar: las dos animadoras más entregadas y dulces que me podrían haber tocado en este evento).
te hice caso ayer!! y me cree un perfil para comentar *___* tambien os sigo!!1
ResponderEliminarfelicitaciones a los vencedores! =D quiero leer tu trasfondo, jejeje, al final voy a aprender de este juego solo leyendo el blog
¡Gracias por hacerme caso! Eres la «más mejor» del mundo entero ^^
EliminarProbablemente suba el trasfondo dentro de unos días. Te diría que estés preparada, pero conociéndote como te conozco, vas a ser la primera en comentar xD ¡muchas gracias por estar siempre ahí, criatura!
Un día maravilloso siempre con gente de 10 y estrenando camisetas con mis Abades! Unas jornadas muy chulas que merece la pena repetir.
ResponderEliminar¡Gracias, abad-anónimo! Sois vosotros los que hacéis grande este juego, porque sin estas anécdotas para el recuerdo... ¿De qué serviría?
EliminarA mí me hubiera gustado disfrutar más de las jornadas en general, pero bueno, tenía que estar dando el callo en mesa, jaja.
Menuda lista del caos se ve en esa foto 🤪 entiendo bien que te llevaras ostias de todas formas 😂 me ha hecho mucha gracia lo de la confirmacion.
ResponderEliminarDeseando ver ese primer premio para mercenarios 😍 no rascaste nada con elfos oscuros en pintura??
¡Para que veáis que no exagero cuando digo que me pusieron la cara del revés! Por suerte, Miguel Ángel (thegrudgepainter) es una persona encantadora con la que es muy divertido jugar, y le agradezco ese ratito cruzando dados aunque no saliera tan bien para el bando de los elfos oscuros.
EliminarPor desgracia, no rasqué nada: el año pasado ya me llevé el premio a ejército mejor pintado, y hubiera sido injusto que entrara otro año más a participar cuando no tenía ni una sola miniatura nueva pintada. Por suerte, había muchísimos ejércitos bonitos para repartir premios, y la organización tuvo un amplio abanico de posibilidades donde escoger a los ganadores.
Espero que pronto podamos subir alguna cosilla de mercenarios.
Magnífica crónica Alba!! Creo que capta muy bien el ambiente que hubo!!
ResponderEliminarDa gusto trabajar y ver que las cosas salen bien y la gente lo disfruta!!
Siempre es un placer y un honor contar con los Abades en cualquier evento!!
Un gran abrazo a todos el grupo!!
Rai.
Es que de un torneo magnífico solo pueden salir cosas buenas: ¡muchísimas gracias a la organización por todo el esfuerzo que habéis puesto! Esperamos volver el próximo con toda la ilusión y las ganas que provocan siempre este tipo de eventos, a los que se les pone mucho mimo.
EliminarToc toc, unos matadores están preguntando por su bocadillo 😌🍻
ResponderEliminar¡Y se quedaron sin bocadillo también! Muy injusto todo, deberíamos hacer una huelga.
EliminarMaravilloso artículo, como siempre en el que te tengo que dar las gracias por plasmar en palabras muchas de las cosas que se pudieron vivir en un bonito día que vivimos todos juntos y en el que lo pasamos en grande. Gracias pequeña druchii... aunque tus tropas valdrán para alzar aun más el trono de Khorne.
ResponderEliminarMás cráneos para el trono de cráneos jajajaja😈👹😈
¡Eh, que aguantaron mejor de lo que yo me esperaba! Cráneos para el trono de cráneos (del rey del Sur, jajaja).
EliminarMuchísimas gracias por el esfuerzo y por el cariño que le ponéis a estos eventos, así da gusto asistir. Además, siempre es una buena excusa para encontrarte con personas a las que ves de tanto en tanto, ¿y qué mejor un ambiente en el que te sientas cómodo?
Un abrazo de chepudo del caos <3
Cuando las cosas salen bien... acbas disfrutando de un dia de 10. Lo unico malo de todo esto es que queda un año para que vuelva a suceder :(
ResponderEliminar¡Cuando quieras darte cuenta, estarás con tus altos elfos (espero) dando guerra el año que viene!
EliminarTus reseñas son como un informe de batalla antiguo 😆 creo que te lo he dicho ya, pero se nota que eres una tia que lleva en el hobby desde antes del fin de los tiempos
ResponderEliminarEspectacular como siempre, quiero ver esos mercenarios!!!
¡Muchas, muchísimas gracias! Me da una alegría enorme que me digáis esas cosas, porque en este blog siempre hemos sido mucho de oldhammer (especialmente el dueño de los mercenarios).
EliminarIntentaré convencer a Tono para que hagamos un post dedicado a ellos.
¡Muchas gracias por comentar!
Una reseña muy completa y entretenida :) os exhaba de menos desde enero!! gran esfuerzo de los organizadores por hacer un evento memorable
ResponderEliminarNo hubo momento narcocarro pero hubo momento ballesteros como peloton de fusilamiento jejeje
¡Gracias! Nosotros también hemos echado de menos responder en la sección de comentarios, especialmente cuando hay personas como tú, que nos dedican palabras tan bonitas.
EliminarNo, no hubo narcocarro (por suerte, no sé si podría volver a salir indemne de otros cinco impactos...), pero los ballesteros volvieron a lucirse, ¡no tengo quejas de mi pedazo de lista!
Leer tus reseñas siempre me transporta a las antiguas WD =) creo que te lo han dicho en otro comentario, pero siempre es bonito que te lo repitan: tu tono es cercano y tienes mucha personalidad.
ResponderEliminarSe nota que le pones cariño a la comunidad y a disfrutar de los eventos, asi que le voy a dejar un mensaje en el otro blog diciendo que voy de vuestra parte =) espero ver alguna lista de las que llevabais, especialmente mercenarios. ¿Como quedaron?
¡Muchas, muchas gracias por esas palabras llenas de amabilidad, Eloi! Así cualquiera se anima a continuar escribiendo reseñas y contenido para este blog, en serio.
EliminarPues todavía no tenemos la clasificación final, pero te puedo decir que se llevó una masacre a favor, una victoria decisiva también a favor y un empate: ¡y decía que no iba a llegar al turno dos! Esperamos poder subir algún informe de batalla o algo más interesante pronto, que sé que siempre te lo prometo pero no cumplimos xD
Grandes resultados =) me sorprende, porque siempre ha tenido poco apoyo el ejercito, felicidades al general.
EliminarSeguire esperando esos informes de batalla o listas =) sin presion, gracias por acordarte.
Que decir de la corsaria favorita de fotos. Y más cuando por fin pudimos batallar frente a frente.
ResponderEliminarQue batalla más entretenida (espero haberte ayudado a conocer más a los condes) y sobre todo pasar un buen rato.
Por supuesto siempre nos quedara la salud (bueno a mí ejército no jajajaja) un currazo de blog como siempre tía. Y está vez pa que veas hasta te digo algo por aquí jajaja.
PD: Cuidado con el pollo...
Muchísimas gracias por tu enorme ayuda; siempre has sido más apaña'o que las pesetas, así que tu deportividad como jugador no me pilló de sorpresa, pero siempre hay que ensalzar esas buenas actitudes porque son las que nutren al hobby.
EliminarEspero que podamos encontrarnos otra vez cruzando dados para desempatar lo empatado, con el pollo o sin él (aunque preferimos con él, ¡porque menudo pollón!), y que sigas comentando sin amenazas de por medio. ¿Eh? ¿Amenazas? Yo no he dicho eso, aquí no se ha forzado a nadie a que comente... No, no.
Muchas gracias, corazón <3
NO PUDE IIIIIRRRRR AGGGGGGGG,espero el año que viene estar ahí sacrificando gente a los dioses oscuros ,sois todos de lo más bonicos (Alba no me apuñales)
ResponderEliminar¡Y la vergüenza caerá sobre tu vaca y tus dioses oscuros por no haber podido venir! Pero bueno, ya habrá alguna ocasión para que pueda apuñal... Digo, abrazarte en persona.
EliminarTú también eres muy bonico, aunque tengas un petardazo da'o en la cabeza <3
Enhorabuena Alba. La reseña es maravillosa, para leerla varias veces. Yo también espero ese trasfondo, sé que me va a gustar. Un abrazo fuerte 💕
ResponderEliminarRubi
C.
¡Gracias por tu comentario, Rubi-Anónima! Espero que el trasfondo te guste de verdad, aunque teniendo en cuenta que son elfos oscuros... No es una historia romántica de las que te gustan, jaja.
EliminarUn abrazo fuerte y gracias por pasarte.
Genial reseña y super completa. La verdad es que viendo en directo el ambiente que había y leyendo, dan ganas de apuntarse al siguiente torneo aunque una sea una novata total!
ResponderEliminar¡No se me olvida que me debes un saludo! Pero te perdono porque has comentado, muchísimas gracias por pasarte por nuestro humilde blog y por tu comentario, porque cositas como esta nos hacen seguir hacia delante.
EliminarY tú apúntate sin miedo, tanto a este como al que celebramos nosotros en octubre, que la gente es muy amable y seguro que tus rivales cuidan muy bien de ti para que te sientas bienvenida <3
Menuda reseña mas flama ;) en Abades de Maisontaal sois unos maquinones.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Anónimo <3 seguiremos trabajando para que os guste nuestro contenido.
EliminarIré a uno de los torneos sólo por salir mencionado en este blog y por el bocadillo... o por la pizza... todo me gusta. Está claro que Slaanesh me posee por la gula. Algo sí que vaticino: no ganaré jamás un premio de pintura, jajajajaja. ¡Grandes Abades de la MaisonFuente de Piedra!
ResponderEliminar¡Nuestro estimado señor Slaaneshi, abad del placer y maestro del metal!
EliminarEl bocadillo, la pizza o las almas de los pobres desgraciados que acudimos al evento todos los años, la verdad es que cualquier cosa llama la atención <3 no sé si ganarás alguna vez un premio de pintura, pero desde nuestra fuente de piedra del patio de la Maisontaal te lo vamos a intentar poner difícil.
Te adoro, muchísimas gracias por comentar <3
Muy buena cronica como siempre Alba, que pena no haber podido asistir, felicitaciones a la gente de Málaga WhaaagGames por la preparación y el cariño que le ponen al hobby y a todos los participantes con o sin premios, nos vemos en la próxima!!!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por tu comentario, guapetón! La verdad es que tu ausencia fue una de las más sonadas, se te echó muchísimo de menos... Por suerte, el año que viene vuelven a celebrarlo, y espero que podamos cruzar dados si se da la ocasión, porque es un gustazo jugar en unas mesas preparadas con tanto cariño por una organización que mima cada detalle.
EliminarUn abrazo muy grande, bonito.
Muchas gracias por la reseña Alba. Has captado muy bien lo que pasó en el torneo y, sobre todo, el ambiente que disfrutamos ese día. Me encanta el ecosistema que estamos creando entre todos, y cada vez que nos juntamos es una experiencia única. Los chicos de Málaga Waaaghgames (nunca sé cuantas As lleva su nombre) han montado un evento fantástico, y el esfuerzo que han puesto en ello se ha notado una barbaridad en cómo ha salido todo, desde lo meramente organizativo hasta los detalles.
ResponderEliminarPor último, quiero darte las gracias a nivel personal por las palabras tan bonitas que me has dedicado en esta crónica; yo también os quiero mucho.
Un abrazo,
Rippman.
En nombre de la organización, muchas gracias por tus palabras Rippman. Me alegro que hayáis disfrutado mucho.
EliminarPD: ponle las As que te salgan, tú solo grita Waaaagh!!
Muchas gracias a ti por comentar, y por ser un referente para todos nosotros en la manera más polifacética de vivir este hobby: no solo eres un máquina jugando, es que además también se te da bien la pintura, la escenografía, el trasfondo... Es un gustazo contar con jugadores como tú.
EliminarPoco te puedo decir respecto a los halagos a la organización, porque Rai te ha contestado, pero los secundo porque los compañeros de Málaga WaaaaaaaaaaaaaaaaaghGames se han currado mucho cada detalle.
Gracias a ti por hacer de este ecosistema, como tú lo llamas, un sitio genial para que todos disfrutemos <3 un abrazo enorme, y hasta la próxima vez que nos veamos.
Deseando poder jugar de nuevo a mis árabes para renovar la cuchara de palo o el diploma a jugadoras amistoso del torneo! Y luchar codo con codo con mis abades!!!
ResponderEliminarContigo y con tus siempre confiables halflings, cualquier torneo gana muchísimo <3 eres un sol de persona, y en Abades de Maisontaal estamos no solo orgullosos de tenerte a nuestro lado, también de llamarte amigo.
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