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viernes, 17 de enero de 2025

Reseña del I Torneo de TuliStudio

    ¡Buenos días, tardes o noches, generales!

    Enero, con su famosa cuesta, suele ser un mes que invita a comenzar el nuevo año de forma pausada... Pero nosotros, que somos muy de ir en contra de las normas establecidas, decidimos «inaugurar» 2025 haciendo un viaje a Torrejón de Ardoz para cruzar dados con los amigos de más allá de Despeñaperros.

    Porque, seamos sinceros, ¿existe una forma mejor para espabilar después de las fiestas? Gorgo y Tuli saben que no, por eso mismo se liaron la manta a la cabeza para celebrar el I Torneo TuliStudio. ¡No quiero adelantar demasiado, no sea que os dé por no leer mi reseña! Pero ya os voy diciendo que hemos terminado con tan buen sabor de boca que solo podemos desear que este sea el primero de muchos.

    Después de todo, les ha bastado con una sola edición para convertirlo en un evento de «asistencia obligatoria» para Abades de Maisontaal.

    Pero, como siempre, antes de entrar en materia me gustaría hacer un pequeño adelanto: hemos abierto inscripciones para un curso de pintura del que probablemente hablaremos más adelante. Es básico, puesto que uno de nuestros objetivos es acercar esta faceta del hobby a cualquier persona que pudiera estar interesada en Fuente de Piedra y alrededores, pero también es una oportunidad fantástica para todo aquel que desee dedicarle más tiempo a sus miniaturas o quiera «repasar» lo que ya sabe.

    ¡Y ahora sí que sí, pasamos a la reseña!

     Llevamos anunciando la existencia de este torneo desde principios de diciembre pero, como sabemos que más de uno y de una todavía tiene la cabeza llena de turrón (o mazapán), ¡vamos a hacer un breve recordatorio! Para los más desconfiados dejo un enlace por aquí y otro enlace por allí para que lo comprobéis y, de paso, leáis dos de los trasfondos que nos enviaron a la IV Batalla de Maisontaal.

    Fue un torneo de sexta edición, como suele ser habitual en nosotros, con el añadido de Manuscritos de Nuth: este sistema aporta una mayor variedad de unidades y equipamiento que no podemos ver en la versión «base» del juego (porque no existían, no porque les tengamos manía). El torneo se jugaba a 1500 puntos, siguiendo el clásico formato de tres partidas donde los emparejamientos de la primera ronda se hacían de forma aleatoria y los dos siguientes a través del sistema suizo, aunque con varias particularidades que dieron un toque de lo más interesante a las partidas.

    La primera a mencionar fue un sistema de «retos», donde los veinticuatro jugadores teníamos la libertad de señalar a cualquiera de nuestros rivales para enfrentarnos con ellos durante la primera ronda. De esta manera, la organización permitía que nos enfrentáramos a jugadores con los que nunca antes habíamos cruzado dados o saldar cuentas pendientes con aquellos que figuraban en el libro de los agravios.

    En mi caso, y ya que en Almadén no tuve la oportunidad de encontrarme con él pese a que estábamos en el mismo grupo, reté a Larkin (de Moria Wargames), mientras que Tono fue un poco más pragmático en ese aspecto, lanzando un desafío abierto que fue recogido por Vartrek (de Panzerhammer).

    La siguiente singularidad de este torneo fueron los escenarios; normalmente estamos acostumbrados a que nos expliquen la dinámica de los tres escenarios en las bases (que nadie se lee), pero en esta ocasión había doce escenarios diferentes que se «cantarían» antes de comenzar las partidas. Más adelante, mientras comento quiénes fueron mis rivales y cómo me desenvolví en las partidas que jugué (spoiler: no fue tan bien como podría haber ido), os explicaré los escenarios que tocaron.

    Para los que quieren saber para ayer, sienten curiosidad por los que quedaron en la recámara, o simplemente buscan inspiración para sus propios escenarios, os dejo aquí las bases donde encontraréis cada uno de ellos explicados.

    Los participantes fuimos recibidos como auténticos reyes, con un desayuno que constaba de café (que ya sabéis que no es lo mío), magdalenas y croissants. También se agradece no haber tenido que madrugar «tanto» como normalmente, ya que el torneo empezó a las diez de la mañana y no una o dos horas antes como suele ser costumbre.

    Con comida en la mano, cualquier decisión de la organización que nos oprime sienta mejor, y ese fue el momento que aprovecharon para que el azar escogiera el primer escenario. El resultado fue recibido con una ovación, porque a los dictadores organizadores siempre hay que apoyarlos, aunque las malas lenguas dirán que fue porque «batalla campal» era el único que sabíamos cómo funcionaba más sencillo.

    En párrafos anteriores ya os he comentado que reté a Larkin, porque no conozco el miedo y porque me había quedado con las ganas de cruzarme con él. En esta partida solo podían pasar dos cosas: o volver a casa con un empate y ser recibida como una heroína, o que me diera una soberana paliza que me mandara al final de la tabla.


    Larkin llevaba una lista alternativa de clan Eshin que, para entendernos, son las «ratas ninja». No recuerdo exactamente todo lo que llevaba pero creo que se puede resumir en hostigadores de todo tipo, una pelota de cinco enjambres que se te atragantaba solo con mirarla y una pieza de escenografía chulísima con diez jezzails dispuestos a fundirme la vida.

    Comencemos hablando de la regla «ataque nocturno» (o algo así), que me encantó: al inicio de la partida y en cada nuevo turno se tira un dado, que determinará lo que podemos ver (tanto los skaven como nosotros) en mesa. Puede ser una noche en la que la luna brilla alto, donde se ve todo, o puedes ver a unos centímetros determinados, lo que me ayudó mucho a moverme con más seguridad.

    A diferencia de la vez que me enfrenté a Garvec y a sus skavens, me sentí mucho menos avasallada de primeras. Probablemente porque en aquella ocasión fue a 2000 puntos, y yo había decidido invertir la mitad en el Verdadero Rey Fénix para poder llegar con todo pintado.

    ¿Cosas que me encantaron de la partida? Pomelo debutando con su asalto imparable y mi narco-carro saliendo indemne cuando salieron cinco impactos al atravesar el río. ¿Cosas que no me encantaron? Los maestros asesinos con el «salto fugaz», a degüello con todo lo que encontraban (aunque lloro por gusto, que Larkin tuvo tres uno como tres soles en un par de ocasiones) y mis despistes en el despliegue, cerrándome la única forma que tenía de atravesar el río.

    De un jugador tan conocido como lo es Larkin, poco se puede decir que no sepáis ya: ha sido todo un honor cruza dados con él, no solo por el cariño que le tengo sino porque he aprendido muchísimo, ya que es una persona que tiene un gran dominio del reglamento y, mucho más importante, lo aplica.

    La masacre en contra dolió, pero conseguir que mi bestia parda Pomelo (la kharibdyss) hiciera huir a diez jezzails (los únicos 200 puntos que hice) todavía me saca una sonrisilla de orgullo.


    La segunda partida me tocó contra Álvaro, de Quimera, y su encantador ejército bretoniano. Ya sabéis que yo no puedo comentar mucho respecto a las listas de mis rivales porque, o no me acuerdo de su composición, o no sé bien qué decir por desconocimiento, pero muchos asistentes alabaron esta lista como bonita y lo cierto es que estuve muy cómoda jugando contra ellos.

    En parte creo que fue porque Álvaro es una persona encantadora con la que fue una auténtica delicia jugar, ¡pero bueno! No quiero (todavía) ponerme sensible, primero tengo que explicar el escenario: «invadir», que como bien indica su nombre, consistía en llevar tus unidades hasta la zona de despliegue de tu rival. Solo contaban las que tuvieran potencia 5+, pero eso no me preocupaba demasiado teniendo en cuenta mi buena movilidad.

    Cumplir con el objetivo fue sencillo, pero no tanto parar la carga de su única unidad de caballería, que me llevaba por el camino de la amargura. Creo que tomé mejores decisiones que en mi partida anterior, cosa no muy complicada teniendo en cuenta que ahí me pareció bien cerrarme el camino con mis propios ballesteros y aquí no cometí tamaña estupidez, pero las máquinas de guerra llevando un objetivo grande (Pomelo) me pusieron demasiado tensa.

    ¡Por suerte, Pomelo fue una campeona que logró sobrevivir una segunda partida! Y el desenlace fue un empate merecidísimo por ambas partes, donde los dados no nos acompañaron en más de una tirada tanto como los hubiera gustado.


    ¡Hora de la comida! Siempre polémica por un motivo u otro en todos los torneos y, aunque aquí también tuvieron que lidiar con unos cuantos problemas de última hora, me quedo con que los organizadores supieron solventar este problema estupendamente. Como idea para el año que viene, sugiero que los instigadores de la pizza con piña sean ejecutados al final del torneo (yo tengo el draich preparado para la acción).

    Bromas y macabras sugerencias aparte, ¡con la pizza es prácticamente imposible fallar! Pero además de la sabia elección, creo que ese ratito de desayuno y ese otro ratito de comida propició el que estrecháramos lazos con los demás. Esto es algo que agradezco especialmente porque no conocía a muchos de los asistentes y, para mí, Warhammer es un juego a través del cual conocer a personas maravillosas que comparten mis mismos gustos.

    Una de esas personas fue Miguel; además de ser una persona encantadora con un gusto exquisito por las miniaturas oldhammer (lo que hizo las delicias de Tono durante la comida, los que le conocéis lo sabréis), nos dio la enorme sorpresa de conocer a nuestro compañero Martín. ¡El mundo es, sin duda alguna, un pañuelo! Y nosotros estamos encantados de formar parte de esas coincidencias tan bonitas que dejan imágenes como esta:

    O quizás las casualidades no existen, solo lo inevitable, porque cuando cantaron los emparejamientos me tocaba enfrentarme a Miguel y los temibles hombres lagarto de Tuli. Por cosas de la vida, ese emparejamiento quedó en un enfrentamiento pendiente porque Miguel tuvo que marcharse y el legítimo dueño del ejército tomó las riendas para machacarme.

    ¿Escenario? «Salar la tierra», una captura de objetivos como cualquier otra con la particularidad de que, si dominabas el objetivo en cuestión, podías quemarlo. Y en nuestro caso fue un despliegue absoluto de tortas y piromanía donde sudé la gota gorda para estar a la altura de mi contrincante, que conocía estupendamente bien su lista y todavía más a mis elfos oscuros. He de confesar que empecé un poco asustada esta última partida porque Miguel había conseguido esos resultados con un ejército que no conocía demasiado, y pasarle la vara de mando a Tuli (que sí que tenía más experiencia) me dejaba en una posición de desventaja.

    Pero como siempre digo: «hemos venido a jugar», ¿no? Porque si viniera a poner excusas mientras lamento mi suerte, sería un alto elfo lloriqueando (el estado natural de un asur, vamos), y tenía que demostrarle a un señor encubierto de Har Ganeth que en Karond Kar también estamos hechos para la guerra.

    En retrospectiva, creo que peleé como una auténtica corsaria (aunque sentía que lo tenía todo en contra) y disfruté como una enana a pesar de que Tono me viera al borde del infarto cuando se pasaba por la mesa. Nunca me he enfrentado a lagartos en sexta edición, pero este enfrentamiento me hizo reafirmarme en lo que siempre digo: son una navaja suiza. Lo mismo te valen para disparar, que para hacer magia. Te devuelven a tu zona de despliegue con una buena carga, o te aguantan la tuya como unos campeones. Todo les viene bien, y todo les vale.

    Para Tuli, como para el resto de mis rivales, solo tengo buenas palabras: una persona maravillosa, que en todo momento me estuvo ofreciendo buenos consejos y de la que pude aprender mucho. Porque la mejor manera de aprender es jugando, sobre todo con personas cuyas intenciones van más allá de masacrar a la persona que tienen delante.

    Dicho esto: es la segunda vez que mis corsarios dan caza a una unidad de kroxigors, así que va siendo hora de comenzar a plantearse de qué material están hechas esas «capas de dragón marino» en realidad. ¡Son unos auténticos bicharracos! Me tienen enamorada.


    Pero todo lo bueno se acaba y, por desgracia, esto también se aplica a los torneos: cuando quieres darte cuenta, ya estás recogiendo dados y preparando a las miniaturas para el viaje de vuelta a casa (Pomelo iba envueltísima en papel de burbuja, pero más de uno va a necesitar pasar por chapa y pintura...). Como maestros de ceremonias tuvimos a Tuli y a Gorgo, quienes se llevaron un fuerte aplauso por el buen papel que hicieron como anfitriones de este primer evento antes de comenzar con la entrega de premios.

    Mi triste memoria de pez no me permite recordar el orden exacto en el que entregaron los premios, así que comenzaré por la tan ansiada Cuchara de Palo, que fue para uno de los dos Edu, de la Armada.

    Después, se entregaron los premios a ejército mejor pintado. En tercer lugar quedó Xavi, con sus encantadores (pero melancólicos) orcos y goblins, que huelen a limpio y pasean entre calabazas. Un ejército alucinante por el nivel que tiene tanto de personalización como de pintura.


    Tono, con sus conocidísimos enanos de Karak Norn se hicieron con el segundo puesto: ¿qué puedo decir de ellos, si los conozco como la palma de mi mano? Pues que se merecen todos los reconocimientos (y primeros puestos) que han recibido hasta el momento, porque es un ejército precioso pese a que las miniaturas no luzcan todo el esfuerzo que tienen detrás por su reducido tamaño.


    El primer puesto se quedó en Abades de Maisontaal también, siendo una servidora la que tuvo el honor de recoger el primer premio con el corazón calentito por la ilusión y mucha sorpresa. Sinceramente, el nivel de pintura de muchos participantes estaba por las nubes y no me hubiera gustado ser jurado de pintura en esta situación (aunque fuimos los propios participantes los que votamos en esta ocasión, pero... Ya me entendéis).


    Decidme que no son preciosos mis niños de Karond Kar, ¿eh? Pero no quiero cerrar la clasificación de pintura sin mencionar a otros elfos, un poco menos sucios que los corsarios y aferrados a la falsa creencia de que Finubar era alguien en esta vida: los altos elfos de German. Un ejército espectacular que también os dejo aquí abajo para que podáis disfrutarlo.


    de las miniaturas mejor pintadas saltamos a otras, igualmente bonitas pero mucho más ¿curiosas? El premio a la miniatura más rara se lo llevó Alejandro, de Warhammer Octubre, con todo su ejército:


    Porque los verdaderos ganadores no se la juegan con una sola miniatura, no, ¡hay que involucrar al ejército entero para que no desentone! Y, por supuesto, que el rival no tenga ni la más remota idea de cuál unidad es qué.

    Para finalizar, la clasificación final por puntuación: en tercer lugar, Agus, de Warhammer Octubre, con enanos.

    En segunda posición, Vartrek de Panzerhammer, con hombres bestia.

    Y finalmente el campeón: Larkin, con el escurridizo clan Eshin.


    ¡Esto es todo por el momento, generales! Espero que hayáis disfrutado leyendo esta reseña tanto como yo al escribirla, y ojalá que mis palabras os hayan dado ánimos para apuntaros a la próxima edición. Si por el contrario, mis palabras no os han convencido, os dejo aquí un vídeo que grabaron al día siguiente con Bustamante nuestro amigo-rata Garvec para que podáis ver la enorme calidad de las mesas.

20 comentarios:

  1. ya os echaba de menos!!! <3 me alegra que lo pasaras tan guay en el torneo de madrid,
    vuestros ejercitos son siempre una pasada *__* que bonita es Pomelo!!! el ejercito de las calabazas es muy original, y la bandera con el leon es un curro alucinante, parece un cuadro!!!

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    1. ¡Eres lo más bonito que hay en esta vida! Muchas gracias por tus felicitaciones y por tus buenos deseos, pero sobre todo por decir cosas tan bonitas de todos los ejércitos, porque seguro que eso anima a los demás a que sigan pintando y esforzándose como lo hacen.

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  2. Me alegra saber que os lo pasasteis genial en el norte de Estalia. Enhorabuena por esos dos grandes premios de pintura que os traéis a casa. Los tenéis más que merecidos.

    Por cierto ese carro merece una mención honorífica al marcarse esa táctica anfibia avanzada... Jejjeje

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    1. ¡Muchas gracias, compañero creador de empleo! Jajaja, espero que para la próxima os animéis alguno a acompañarnos <3 que a los abades nos gusta ir en pandilla, como a los chungos.

      El narco-carro es para patentarlo y venderlo al ejército, jajaja <3

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  3. Viva Finubar el navegante!!! Jajajaja muy bueno el resumen

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    1. ¡La reina de los siete mares! Una auténtica señora, si me preguntan.

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  5. Que gran torneo y buenos ejércitos en mesa. Un placer leeros.

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    1. ¡Un placer que nos comentes! Muchas gracias, Eirick, esperemos que a la próxima os animéis desde Málaga.

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  6. Me encanta que destaques que el hobby va de disfrutar y de conocer a gente ☺️ se nota que entiendes de lo que va esto, Alba

    Felicidades por los premios de pintura 🤩 los altos elfos de Germán son espectaculares!!

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    1. Es que no puede ir de otra cosa, como he dicho, ¿qué gracia tiene ir metiendo masacres a diestro y siniestro, haciendo que la persona que tienes delante salga sin querer volver a pisar un torneo? He estado en esa posición y no es nada bonito.

      ¡Germán seguro que estará encantado de saberlo! Porque sí, son espectaculares <3

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  7. El kharybdiss esta bruuuuuutal!! Mira que os currais la pintura todos ❤️

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    1. ¡Muchas, muchísimas gracias! Todavía le queda su forma de final boss, pero por el momento estoy muy contenta con los resultados <3

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  8. Los escenarios parexen bien diseñados y son muy originales :) gracias por compartir el enkace!

    Los ejercitos son muy bonitos!! 😳 aunque me quedo con el tuyo, jejeje

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    1. Los escenarios, aunque me han dado más de un quebradero de cabeza, son la caña. ¡Me alegra mucho que os hayan servido las bases para expandir horizontes con otras formas de jugar / puntuar!

      Gracias por la parte que me corresponde y en nombre de todos mis compañeros, la verdad es que había un nivel alucinante en cuanto a ejércitos <3 Pomelo te da las gracias con un gran rawr.

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  9. Muy chulo el informe. Lo mejor en narco/carro 😂

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    1. ¡Muchas gracias! El narco-carro de combate está más que preparado para lo que le echen.

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  10. Me encanta leer reseñas de torneos 😩 pero me dan una envidia malsana…

    Viendo esas fotos da hasta vergüenza presentar el ejercito 😂 que niveles de calidad, sois unos profesionales en esto (los cuatro, que el alto elfo se ha pintado las put**** meninas ahi con el leonaco, menuda sacada de rabo)

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    1. Pues a los próximos que vayamos anunciando, ¡te vienes! Y presentas el ejército sin ninguna vergüenza, que cualquier cosa es mejor que tener las miniaturas en gris ^^

      Respecto a German, podría apellidarse perfectamente Velázquez xD ese león es una auténtica pasada.

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