Reseña del VI Torneo de Leyendas en Miniatura

    ¡Buenos días, tardes o noches, generales!

    Menudo ritmo de publicaciones más bueno llevamos, ¿eh? No lo quiero decir demasiado alto, que todos sabemos que después pasa lo que pasa, y somos capaces de no volver a aparecer hasta enero. Pero mientras tanto, espero que sigamos así: publicando con mucho cariño y esperando con los brazos abiertos los comentarios tan bonitos que nos hacéis.

    Hoy damos la bienvenida a nuestro amigo y abad Tito (también conocido como Tito MC o señor MC), al que ya tuvimos por aquí hace unos meses con esta reseña de un torneo de TOW organizado en Estalia. En esta ocasión nos vuelve a traer una reseña, del VI Torneo de Leyendas en Miniatura que tuvo lugar el pasado mes de noviembre.

    Aquí consiguió un vigésimo cuarto puesto en absoluto despreciable (había ochenta jugadores) gracias a sus dotes como general y su temible ejército de hombres bestia, que probablemente hicieron a más de uno sudar la gota gorda. ¡Muchas gracias por representar a Abades de Maisontaal en un torneo tan grande, Tito! Para nosotros es un orgullo contar con alguien de tu categoría en todos los aspectos, tanto como persona, como jugador.

    Y sin más dilación, os dejo por fin con la reseña de Tito.

    ¡Saludos, compañeros del hobby! Hoy escribo en el blog para contaros mi experiencia jugando en el torneo anual que celebran los miembros de la asociación de Leyendas en Miniatura. Un mega-torneo de sexta edición que implementa el sistema de sexta ampliada: una edición similar a sexta, pero en la que se ha intentado tener en cuenta la opinión de distintos grupos de juego para tratar de equilibrarla, añadiendo unidades que no se encontraban en esa edición para enriquecer las partidas.

    He de decir que llevo varios años participando, a pesar de que cada vez es más complicado conseguir plaza, y se nota lo mucho que ha madurado el torneo. Se van puliendo pequeños aspectos, y los organizadores, a los cuales les estoy muy agradecido, se interesan mucho por recibir feedback y mejorar poco a poco.

    Además, este año me encantó un detalle que yo sinceramente aplicaría en cada torneo, y que fue una sorpresa total. Como sucede con otros torneos, todos los premios se sortean, pero en este caso el que salió primero pudo elegir el premio que quería. ¡Pero no solo eso! Tuvo que escoger a uno de sus rivales, con el que mejor lo había pasado, pero no solo eso, para que recibiese el mejor premio de todos (ganándose el odio eterno de los otros dos, pero eso ya es otra historia).

    Bueno, y ahora entrando en materia: ¿qué tal me fue? Yo diría que genial. De todas las ediciones de Leyendas en las que he participado, sin duda esta ha sido una de las que más he disfrutado, gracias a mis rivales, lo que demuestra una vez más que Warhammer son las personas que lo juegan, más allá del ganar o perder.

    Participé con una lista de bestias del caos, parecida a la que quería llevar al torneo de Abades pero al que, por casualidades de la vida y muy a mí pesar, no pude asistir este año. La lista se basa en 4 grupos que actúan en conjunto:

(Nota de Alba-desa: ¡nosotros también te echamos mucho de menos en la Maisontaal, Tito!)

Ataque: formado por un shaggoth, unos ogros dragón, y el general en carro. Los cuales se encargarían de concentrarse en un punto de la mesa para aniquilar lo que pudiesen

Defensa: compuesta por unos bestigors, dos chamanes y dos carros, que avanzarían hasta puntos estratégicos lentamente lanzando magia y cargando a cualquiera que se acerque.

Especialistas: en el que se encuentran dos unidades de perros y una de furias, que tratarían de cazar maquinas de guerra, hechiceros sueltos, hacer redirecciones y negar cuadrantes.

Avanzada: el cual es un grupo de tres manadas que solo buscan crear el caos apareciendo por detrás de las líneas enemigas.

    Apenas he jugado con hombres bestia en sexta edición, solo una partida antes del torneo, pero sí que he jugado muchas contra ellos, así que más o menos conozco sus puntos fuertes y débiles. La psicología es de lo que más les afecta junto con su falta de armadura, pero a cambio tienen bastante movilidad y soportan bien los proyectiles gracias a qué son hostigadores o monstruos con buena resistencia. La magia suele hacerles mucho daño pero, haciéndolo medio bien, en turno 3 estás ya en combate, por lo que en este caso llevé solo un pergamino y el resto lo pare con el pecho.

Y bueno, como os decía antes: Warhammer son los jugadores que te encuentras y en este caso de verdad que he jugado contra grandes personas. 

En la primera partida jugué contra Anárkiko. Un chico majísimo que además pinta de escandalo (si no me equivoco, sus griales ganaron un premio a unidad mejor pintada).

    Su lista quizás no era óptima porque no tenía todo pintado y tuvo que cargar mucho a los personajes para llegar a los 2000 puntos, pero aún así era preciosa en mesa. Hubo momentos épicos, como cuando unos caballeros noveles se cargaron al shaggoth (que alguien ascienda a esos hombres). Y también momentos ridículos, como cuando el trebuchet recién pintado saco problemas en turno uno y no pudo usarlo ya nunca más. Pero en general fue todo muy divertido. La maldita dama se noto demasiado pero la ventaja que da empezar primero pudiendo más o menos colocarte donde no te pueden cargar al mismo tiempo que amenazando ciertas posiciones acabó por darme la victoria en una partida que estuvo muy disputada.

Y si la partida anterior estuvo disputada, la segunda fue mucho más ajustada. En este caso me enfrenté a Manel, uno de los integrantes de Picnic en Drakenhof: para el que no los conozca son un grupo de amigos muy simpáticos que suben charlas a YouTube. ¡Super recomendables!. En este caso me enfrentaba a guerreros del Caos y sinceramente lo veía muy negro, pero este escenario tenía varias peculiaridades. Primero: un río cruzaba la mesa de izquierda a derecha por completo y solo había dos pasos (genial para los carros). Y segundo, en este escenario un personaje y una unidad entrarían en el turno dos por tu borde de la mesa. Con todo esto mis ogros dragón y uno de mis chamanes se quedaron fuera, mientras que yo le retrasé una unidad de ¿revientacráneos? Creo que se llamaban así, y a un paladín del caos que debería haber ido con los caballeros, trastocando un poco sus planes.

    Durante los primeros turnos, esta fue una partida muy táctica; yo estaba super asustado de sus tropas, por lo que avance muy poco a poco, pero para el turno 3 me salto la furia asesina y ya empecé a avanzar con todo sin miedo. Hubo momentos bastante memorables también, como el duelo entre mi general y su paladín del Caos, o cuando me rodeó por todas partes a mis manadas, que salían de emboscar, o me robó el objetivo final con unos bárbaros. Muy buen jugador y una gran persona, sin duda. De verdad que me encantaría repetir. Al final acabamos en empate, pero fue una masacre en lo que a diversión se refiere.

    Por último jugué contra Gabri, otro integrante de Picnic en Drakenhof, también muy simpático. Por las horas que eran y todo lo jugado, estábamos bastante cansados y nos lo tomamos muy de chill. Hubo algún malentendido porque no me sé estar callado, pero todo quedó en un susto. No, ahora en serio, al final lo pasamos genial, me reí bastante y aprendí porque la gente teme a los silvanos. No pudimos acabar la partida, pero creo que me hubiese acabado aplastando. Además me gustó muchísimo su lista y cómo jugaba, no se escondía y disparaba solo. Calculaba movimientos y hacia lo posible por favorecerse, pero no dudó en cargar a mí general con su árbol o a los ogros dragón con las dríades y demás combates épicos, aunque hubiese podido tener opciones más conservadoras y sacarme más puntos a distancia. En general es un grande, vaya, ¡y su ejército no ganó el de mejor pintado porque hubo tongo seguro! 

    Y bueno, esa fue mi experiencia en resumidas cuentas del torneo. Un día grande que mereció la pena. Me encantan los torneos pequeños en los que siempre va gente conocida y lo paso en grande, pero he de decir que en este caso este torneo superó de sobra mis expectativas y por supuesto recomiendo a todos aquellos a los que les pique el gusanillo que vayan alguna vez porque de verdad que se pasa genial. 

    ¡Sin más, un saludo a todos y muchas gracias por llegar hasta aquí!