Reseña Estalia: The Old World

     Buenos días, tardes o noches, generales, y bienvenidos a una entrada más de nuestro blog.

    Todavía nos encontramos de resaca post-inscripciones; y es que, por tercer año consecutivo, habéis vuelto a romper el récord anterior para hacer lleno en siete minutos aproximadamente. Los tiempos para nosotros son meramente anecdóticos, como ya sabéis, porque no dejamos de ser un torneo pequeño construido con la ilusión de dos organizadores que no saben qué inventar para hacer más memorable la siguiente edición.

    Pero cada año me sorprendo con la recepción que encontramos a nuestras iniciativas: nos esperáis, con los brazos abiertos y los «moñecos» ya guardados en las maletas para venir a Córdoba cada octubre. Gracias por hacer posible que esto se pueda organizar. Y por aguantar este momento tan ñoño por mi parte, pero es que me sacáis el corazoncito que tengo escondido tras la coraza de corsaria.

    Mientras damos una calurosa bienvenida a los veinticuatro primeros participantes y vamos preparando los anuncios de la posible ampliación (¡calentad los que todavía no estáis en el grupo, que puede que entréis!), os dejo con una breve pero intensa reseña por parte de nuestro abad Tito y su experiencia en el torneo de The Old World que se celebró en Estalia.

El pasado mes de Junio tuve la oportunidad de asistir a un pedazo de torneo de Warhammer en la tienda Estalia, y aunque es llega un poco con retraso esta reseña, ¡más vale tarde que nunca! El torneo se hizo a 2000 puntos con la nueva edición de Old World, y desde que supe que se estaba organizando, me llené de entusiasmo primero porque Estalia es una tienda super acogedora y genial para torneos de tamaño mediano o pequeño, y también porque me apetecía probar la nueva edición y ver que tal la comunidad. No tuve mucho tiempo para preparar mi ejército (si, fui con el ejército sin pintar, pero es lo que había) y no lo pude probar antes del torneo, pero suelo jugar a sexta edición y más o menos habiendo leído el reglamento pensaba que controlaría un poco en las partidas. (Spoiler: metí muchas veces la pata, espero que mis rivales me perdonen).

El día del torneo, los organizadores habían preparado en la tienda los escenarios detallados y mesas de juego con la escenografía, además tuvimos un tiempo para conocernos entre los participantes que venían de diferentes lugares.

Las partidas fueron una montaña rusa de emociones. Desde enfrentamientos intensos hasta momentos de tensión en los que una sola tirada de dados podía decidir el destino de la batalla. Conocí a varios jugadores y lo pasé genial, aprendí nuevas tácticas y disfruté del buen rollo que había entre los participantes ya que no solo se trataba de competir, sino de compartir una pasión común y hacer nuevos amigos.

Tanto los últimos torneos a los que he asistido de sexta, como este tipo de torneos al final, más que una serie de batallas, son fue una celebración de la comunidad, y eso me encanta. La pasión que sigue habiendo por este juego es increíble. Desde aquí me gustaría dar las gracias a los organizadores y a los asistentes por haberme hecho pasar tan buen día, y para los que no se hayan apuntado, me gustaría animarles a participar en los siguientes

¡Nos vemos en el campo de batalla!