Reseña de las jornadas Tierra de Nadie

    ¡Buenos días, tardes o noches, generales!

    Somos conscientes de que llevamos un mes desaparecidos de la faz de Parravon pero, ¿quién puede existir con normalidad a punto de ebullición? La pintura de los pinceles se seca antes de que te de tiempo a parpadear y, sinceramente, con cuarenta grados a la sombra lo que más te apetece no es quedarte pegado a la silla mientras sudas como un marrano rostizándose en mantequilla sobre el fuego.

    Pero esto no quiere decir que hayamos parado, ¿mh? Además de estar ultimando detalles para el IV Batalla por Maisontaal de este año, también hemos tenido la oportunidad de hacer una pequeña excursión a Mollina (Málaga) y acompañarlos en su veinte aniversario trayendo de vuelta Warhammer a las mesas.

    Antes de entrar en materia quiero volver a centrarme en nuestro torneo que, como suele ser habitual, se celebrará el 19 de octubre en la tienda de Estalia, Córdoba. Desde este pequeño rincón de Internet me gustaría agradecer tanto a Fernando como a los demás dependientes su buena disposición: gracias por la paciencia infinita que tenéis tanto con nosotros como con los participantes que cada año acuden.

    Las plazas se abrirán este jueves, 15 de agosto a las 18:00, ¡así que ya sabéis!

    Pero volvamos a lo que nos concierne; las jornadas de Tierra de Nadie (más conocidas por sus siglas, TdN) y nuestra participación este año con cuatro actividades: por una parte, una exhibición de Warhammer Fantasy (6ª edición) para los más nostálgicos y otra de The Old World, la novedad que tanto interés había despertado, mientras que por otra parte contábamos con Antonio Rodríguez, que se ofreció a dar un taller / charla gratuito para todos aquellos que tuvieran interés en iniciarse en el mundo de la pintura.

    Lo cierto es que no hay demasiado que os podamos contar además de que la experiencia fue increíble; no es mi primer año como visitante de estas jornadas, pero sí que ha sido la primera vez que nos hemos atrevido a dar el salto de colaborar con ellos como asociación, creando actividades para que los asistentes puedan disfrutar de un catálogo más amplio. ¿Y qué puedo decir? Tanto mis compañeros de Abades de Maisontaal como yo, además de otros compañeros que quisieron disfrutar con nosotros del día, quedamos encantados con el trato. Una organización muy atenta a la que se le notan los años de bagaje a las espaldas, y unos asistentes espectaculares que estaban muy implicados en las actividades.

    Como ya sabéis, pertenezco a la «vieja guardia» y todavía no he tenido la oportunidad de jugar una partida introductora de ToW. Pensaba que iba a tener mi momento el sábado, ¡pero la verdad es que hubo mucho, muchísimo lío como para poder planteármelo!

    El lío en cuestión:

    Probablemente estemos ante la peor foto que alguien haya sido capaz de sacar con un iPhone, pero tampoco hay calidad de imagen que sea capaz de reproducir fielmente toda la epicidad de una batalla entre hermanos: mis corsarios de Karond Kar contra el impresionante ejército de Har Ganeth de Martín, compañero de Abades.

    Fue una partida reñida donde no faltaron ni diversión, ni risas. Incluso tuvimos nuestro ratito de incertidumbre planteándonos si había participado en las Hispania con una lista ilegal porque no encontrábamos la vara de Kharaidon en ninguna parte. Era eso, o formar parte de un delirio colectivo en el que nos habíamos inventado un objeto portahechizos.

    Los jugadores que colaboraron con The Old World fueron un auténtico encanto; desde el abad Ainu hasta el resto de compañeros que se trasladaron a Mollina para tendernos una mano con un sistema de juego con el que no estamos familiarizados. ¡Muchas gracias desde aquí! Y una mención especial a las parejas que acudieron al evento, aguantando como campeonas las altas temperaturas y los «moñecos».

    Por otra parte contamos con un sorprendentemente concurrido (y algo accidentado) taller de pintura; no estábamos preparados para que tuviera tanta repercusión, pero desde Tono traslado su alegría al ver que tantas personas se interesan por cómo hacer lo básico con un pincel.

    Para acabar, me gustaría agradecer a la organización por la oportunidad de hacer estas actividades en su evento y por toda la comprensión y el apoyo que nos han dado desde el minuto cero. Puede que la inexperiencia haya jugado en nuestra contra en determinados aspectos, ¡pero prometemos volver para el año que viene!