¡Buenos días, tardes o noches, generales!
Mientras vamos recuperando fuerzas en la abadía después de un IV torneo espectacular, ¿qué mejor que ir calentando motores con una reseña de otro torneo andaluz, que fue tan alucinante como el nuestro? En esta ocasión contamos con la experiencia de nuestro maestro pintor de confianza, Tono, que se ha ataviado con sus mejores galas de herrero rúnico para contarme sus tres partidas a todo lujo de detalles y que yo pueda compartirlas con vosotros en este rincón de Internet.
Pero antes de entrar en materia, como siempre, os enlazo a la entrada que los propios chicos del Templo de Myrmidia le han dedicado a su torneo (¡como debe de ser!) para que también conozcáis el punto de vista de la organización. Además, recomiendo a los más aficionados a la elaboración de listas que estéis muy pendientes a su blog porque están comenzando a subir las listas de los generales que acudieron al evento.
Y para los que se queden con ganas de más, os invito a que os paseéis por el blog de Málaga WaaaghGames, donde han presentado tanto la lista a 1500 puntos de Rafa y sus hombres lagarto como la archiconocida lista a 2000 puntos de caóticos de Bollo, gracias a la cual hoy ostenta el merecidísimo título de Rey en el Sur.
Dicho esto, no me enrollo más: ¡vamos a por la reseña!
El pasado 28 de septiembre se celebró en la asociación El Baluarte (Sevilla) y sí, no tiene excusa la poca vergüenza que tenemos de publicar esta entrada a principios de noviembre. Han pasado casi dos meses, que se dice pronto, ¡pero también hay un refrán que dice «nunca es tarde si la dicha es buena»! Y, siendo sinceros, no decepcionó.
Esta edición del torneo era particularmente importante para nosotros debido a que, por cuestiones de salud, nos vimos obligados a cancelar nuestra participación en 2023 y nos quedamos con las ganas de devolverles la visita. Para esta edición, sin embargo, no había excusas: Tono, en representación de Abades de Maisontaal, se apuntó con su emblemático ejército de enanos de Karak Norn.
El sistema de juego era sexta edición, sin «adulterar», y se jugó a 2000 puntos como la edición anterior. La única novedad es que este año sí que dejaron la puerta abierta al uso de personajes especiales, mercenarios, regimientos de renombre y listas de ejército alternativas (siempre y cuando estas aparecieran en el documento de Warhammer Compendium, documento donde se recopila toda esta información).
A pesar de esto, y aunque mis ganas de participar estaban tan por las nubes como mis expectativas, tuve que mantenerme al margen debido a las limitaciones de mi propia lista de ejército. Llevar al Verdadero Rey Fénix entre mis filas da una bonificación especial de flow que se sale de cualquier gráfica (¿a quién no le gusta un Malekith del siglo primero?), pero se queda corta en cuanto a balance.
Los dieciséis participantes se enfrentaron durante tres partidas, siendo el primer emparejamiento aleatorio y tanto el segundo como el tercero siguiendo el sistema suizo de puntuaciones. El primer escenario que le tocaba enfrentar a nuestro intrépido taponcillo Tono fue el conocido como despliegue oculto, contra Carlos y su temible Culto al Placer.
La primera impresión de Tono fue que se enfrentaba a un ejército temible en varios aspectos (unidades con gran movilidad y posibilidades tanto de disparo como de magia que le podían hacer mucho daño a sus enanos), así que se centró en hacerse fuerte en un flanco mientras que menguaba las cosas que generaban más peligro (caballería de gélidos, diablillas de Slaanesh montadas...).
Apoyándose tanto en el yunque como en el girocóptero, Tono fue seleccionando las unidades que más le interesaban para que llegaran por oleadas y no con cargas sincronizadas, que le podrían suponer un destrozo. Además, sus mineros aparecieron tan rápido como pudieron (turno dos) para cargar a una muy temible Morathi desde la retaguardia (ese maldito yunque enano te vale igual para un roto que para un descosido) con la intención de mantenerla ocupada y mantener bajo control su magia.
Pero gracias al azar, la resolución de ese combate acabó en Morathi huyendo. Una vez que la general se encontraba fuera del tablero y que las unidades que más miedo le daban estaban ya «picoteadas», pudo pasar al cuerpo a cuerpo.
Lo que menos le gustó de esta partida fue la mala suerte que tuvo Carlos con los dados, aunque esto le favoreciera: Carlos es un general de diez y una persona todavía mejor, y espero que en un futuro volvamos a cruzar dados con él.
Para su segunda partida le tocó enfrentarse a Adrián Lahaba, jugador de hombres lagarto con el que ya habíamos coincidido en varios torneos pero con el que todavía no nos habían emparejado. La combinación de un escenario como ocupar y mantener («el peor escenario que te puede tocar como general enano», en palabras de Tono) mezclada con una facción tan móvil con muchas unidades con la regla de hostigador no presentaba un escenario nada fácil.
Gracias a un despiste por parte de su contrincante en el despliegue, Tono pudo comenzar con muy buen pie aniquilando al chamán eslizón. El resto de la partida fue un intento de continuar la estrategia que tan bien le había venido durante la primera: negar marchas con la ayuda del girocóptero, y evitando que movieran más con el yunque rúnico. El disparo, en general, le ayudó a eliminar amenazas principales (como la unidad de kroxigor y los temibles gélidos) mientras que «picoteaba» alguna herida al estegadón. Con los mineros, que en esta ocasión aparecieron en el turno tres, cargó a la unidad de gélidos por la retaguardia con tan mala suerte de que esta vez fueron ellos los que acabaron huyendo.
Por suerte, los dos turnos que habían pasado trabados en combate fueron un alivio para evitar que llegaran enteros al combate. Aprovechando que las amenazas principales habían sido eliminadas, pudo centrarse en ocupar el objetivo que se encontraba situado en el centro, mientras que hipotecó la carísima unidad de dieciséis rompehierros para hacerse con el objetivo localizado en su zona de despliegue.
Con la sorpresa de que una estrategia estuviera funcionando sin que hubiera traiciones «dadisticas» de por medio y dos victorias debajo del brazo, nos fuimos a comer a una hamburguesería cercana: desde aquí queremos darle las gracias tanto a Javi como a Pablo por la maravillosa organización en el tema de comida, porque fue todo rapidísimo.
tenia esto super duper abandonadito!! :( pero me alegro de ver que segus subiendo cosis
ResponderEliminarMuchas gracias, corazón <3 hemos estado un poco ocupados, ¡pero siempre fuertes! Acabamos apareciendo, como el río este que aparece y desaparece.
EliminarMe lo he leído entero, la verdad es que me gustó mucho la historia de Tono en el torneo jajaja se dió de palos con buenos contrincantes. Me duele que no haya habido orcos y goblins en el torneo, habría estado mucho más reñida la cuchara de palo xD Enhorabuena al señor Antonio por su merecida victoria (Gorko me perdone por mis palabras)
ResponderEliminarMillones de gracias, caballero, por su enhorabuena y sus palabras (lo mantendremos en secreto de Gorko, y de Morko también por si acaso).
EliminarLa verdad es que es raro que no haya, al próximo tienes que venirte para reprezentar a loz machotez pielez verdez y ponerloz a todoz en zu zitio <3
La dedicacion que se le pone a los torneos de Warhammer ;)
ResponderEliminar¡Muchísima! Tanto nosotros como mis otros compañeros de Andalucía, e incluso en el norte, le ponemos un montón de empeño y dedicación a este hobby que tanto nos gusta.
EliminarUn enano valiente que no se atrinchera en la esquina :D su valentia le ha dado la victoria, eso seguro. Muchas gracias por facilitar el enlace al Templo, me gusta ver las listas publicadas :)
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