Biblioteca de Maisontaal: el sistema suizo.

    ¡Buenos días, tardes o noches, mis queridos generales!

    Con tanto torneo a la vuelta de la esquina, no he podido evitar recordar la primera vez que fui a uno.

    Hace ya más de un año, que se dice pronto, subí a Badajoz para asistir a la tercera edición del torneo que organizan los chicos de Las Tablillas Sagradas. Estuve todo el viaje revisando el libro de ejército para que no se me olvidara nada porque, cuando te estrenas en un torneo tienes que hacerlo a lo grande, ¿y qué hay más grande que llevar entre tus filas a Malekith, el Verdadero Rey Fénix? Que, no contento con ser el comandante de mi ejército, ocupaba tres opciones de héroe y algún hueco en mi árbol genealógico.

    Dejando de lado que tomé esa cuestionable decisión porque no me daban los puntos (literalmente), os enlazo a la entrada que escribí para el blog Wargames y Warcosas porque fue una historia con final feliz. Además, tuve la suerte de debutar con una de las mejores «parejas de baile» que me podrían haber tocado, Roberto, y acabé con tan buen sabor de boca que he seguido jugando hasta hoy.

    ¿Y por qué os doy la turra con todo esto? Porque creo que muchas veces olvidamos que todos hemos sido «nuevos», que no sabíamos calcular a cuánto para impactar o cuántos dados había que tirar para huir con esta o aquella unidad. Esa sensación de estar más perdido que el barco del arroz que, encima, confirmas cuando tú sabes que estáis hablando en español pero todo te suena a cingalés.

    Con esta «sección» pretendo que tanto yo como otros miembros del club podamos resolver todas esas dudas que no siempre nos atrevemos a preguntar y, aprovechando que ya me habían preguntado en los comentarios cómo se puntuaba en los torneos, ¿por qué no comenzar con el archiconocido sistema suizo?

    Antes de comenzar, me gustaría aclarar que no soy una experta en Warhammer ni estoy en posesión de la verdad absoluta: me limito a explicar cómo funciona esto y a dar mi opinión personal (como jugadora y como organizadora). Si hay algo que queréis compartir o debatir, estaré encantada de responderos en comentarios, pero siempre desde el respeto.

    Aquí no existen las preguntas tontas, por eso vamos a empezar desde el principio: ¿qué es el sistema suizo? Es un método de emparejamiento que se usa en torneos y en competiciones para organizar los enfrentamientos entre jugadores de manera eficiente, especialmente cuando un formato de todos contra todos no es viable por el número de participantes o por el tiempo disponible.

    Tengo entendido que es el sistema de preferencia en los campeonatos de ajedrez, pero también se ha popularizado en los eventos de e-sports y los torneos de cartas o juegos de mesa. Por supuesto, en estos últimos entra nuestro wargame de confianza: Warhammer.

    Antes de entrar en materia tenemos que entender dos conceptos fundamentales: puntos de victoria (PV) y puntos de batalla (PB).

    Por una parte tenemos los puntos de victoria, que son los que determina quién gana cuando acaba una partida. Se pueden conseguir de varias maneras: la principal es eliminando unidades del ejército enemigo (que te darán tantos puntos de victoria como puntos le hayan «costado» a tu rival), pero también pueden conseguirse matando al general, a través de la captura de estandartes o la ocupación de cuadrantes.

    Hay escenarios que tienen reglas especiales, donde se conceden puntos de victoria adicionales por cumplir con diferentes «objetivos», pero ese tema lo abordaremos en otro momento.

    Los puntos de batalla también se obtienen cuando acaban la partida, pero estos se asignan dependiendo del resultado (masacre, victoria decisiva, victoria marginal o empate) sin que intervengan en ningún momento la cantidad de puntos de victoria. En algunos torneos, generalmente cuando ya se han disputado todas las partidas, se entregan puntos de batalla adicionales a los participantes que hayan entregado trasfondo o vayan con el ejército pintado.

    Todos estos detalles se verán reflejados normalmente en las bases que nadie se lee del torneo.

    Pero si los emparejamientos en el sistema suizo se determinan según los datos obtenidos: ¿cómo podemos organizarlos en una primera ronda, cuando aún no hay resultados? Existen dos métodos para solventar este problema, siendo el más común realizar los emparejamientos de forma «aleatoria». , procurando siempre que no se enfrenten jugadores del mismo club o aquellos que suelen competir entre sí de forma periódica y además evitando que coincidan participantes que tengan el mismo ejército.

    Otra alternativa es que los propios organizadores intervengan para ajustar algunos enfrentamientos, con el objetivo de evitar situaciones desiguales, como que un jugador con una lista más relajada tenga que enfrentarse a alguien que le ha sacado filo hasta a la hoja en la que ha impreso su lista. 

    El segundo método consiste en hacer los emparejamientos basándose en los resultados de ediciones anteriores o incluso de otros torneos previos, con el fin de reducir la aleatoriedad inicial. Sin embargo, personalmente prefiero el método anterior, ya que este enfoque no garantiza evitar que se enfrenten jugadores que están acostumbrados a jugar entre sí o que usan el mismo ejército.

    ¡Y acaba la primera ronda! Hemos entrado en calor, y ha llegado el momento de que recojamos las puntuaciones para preparar los emparejamientos de la segunda ronda: ¿cómo lo hacemos? Bueno, aquí tenemos tantas opciones como torneos existen en el panorama nacional.

    Lo principal es asignar puntos de batalla (PB) a cada jugador, y usar los puntos de victoria (PV) para desempatar en caso de que haya dos jugadores que obtengan el mismo resultado. En Abades de Maisontaal (y en otros clubes, como Málaga WaaaghGames o el Templo de Myrmidia) se asignan así:

    Esto lo hemos extraído de las bases de la Batalla por Maisontaal de este año, pero básicamente tienes que buscar el resultado de la partida (por ejemplo «masacre») y recibirás los puntos dependiendo si ha sido a favor o en contra. Los compañeros de Panzerhammer, sin embargo, optan por un sistema en el que no cuenta el resultado de la partida si no la diferencia de puntos que has obtenido.

    Visualmente todo se entiende mejor, ¿verdad? La puntuación varía de cero a veintidós puntos, lo que genera una mayor diferenciación entre los resultados obtenidos por los jugadores. Sin embargo, también asegura que tengas oportunidad de ganar algunos puntos adicionales que podrían ser decisivos para el resultado final dentro del torneo.

    Una vez tenemos a nuestros jugadores ordenados por puntos de batalla, tendremos que tener en cuenta los puntos de victoria para que sea un reparto mas «justo»: si cinco jugadores han conseguido cinco puntos de victoria en la primera ronda, tendremos que ordenarlos en función de sus puntos de victoria. Esto, por norma general, se hace como hemos explicado en párrafos anteriores: cada jugador cuenta los puntos de las unidades que ha destruido (sumando general, captura de estandartes o cuadrantes) y voilá.

    Como todo en esta vida, esto también cuenta con variantes, como las empleadas en Las Tablillas Sagradas o en el Templo de Myrmidia: esta versión considera tanto los puntos a favor (los que haces tú) como los puntos en contra (los que te hacen). Por ejemplo; si la jugadora Belén ha logrado 1100 puntos de victoria, pero su oponente ha conseguido 890 puntos, Belén no se apuntaría los 1100 puntos como en el método anterior. Aquí se le asignaría la diferencia (210 puntos, si todavía me acuerdo de restar), lo que puede llevar a que algunos jugadores acaben con puntuaciones negativas si reciben más puntos en contra de los que logran a favor.

    Todas estas variantes tienden a combinarse entre sí, ya que los organizadores de cada torneo tienen la libertad de ajustar el sistema de puntuación en función de las necesidades y las características del evento. Esto significa que, dependiendo del enfoque que quieran darle a las partidas, se puede priorizar en escoger un sistema más detallado, uno que «castigue» más las unidades que perdemos o incluso combinar elementos para dar con un método que se ajuste a sus prioridades.

    Creo que una de las mayores ventajas de este sistema es que optimiza mucho el tiempo disponible; las partidas de Warhammer suelen ser bastante extensas (incluso con la limitación de seis turnos) y un formato que no requiera que todos los jugadores se enfrenten entre sí ayuda mucho a que los torneos puedan celebrarse en un solo día. Además, al emparejar a sus jugadores según los resultados obtenidos, fomentas una experiencia más justa para todos los participantes porque se verán las caras contra jugadores de nivel similar (aunque todos sabemos que un componente muy importante en este juego es el azar, y la suerte que puedas tener en tus tiradas).

    Por otra parte, una de las mayores desventajas que encuentro en este sistema es que el jugador que pierda el enfrentamiento por el primer puesto quedará relegado a una posición mucho más baja de lo que realmente merece por su desempeño. O que, en caso de un empate, el que iba en tercera posición acabe ascendiendo a primera.

    Esta es, por supuesto, mi opinión personal respecto al sistema suizo y aquello que me ha encantado implementar como todo lo que busco solventar en futuros eventos. Estaré encantada de leer cualquier sugerencia u opinión que tengáis, así como resolver todas las dudas que me sean posible.